¿QUÉ TE SIRVO CAFÉ O TÉ?
Hola amiga, gracias por tomar un ratito de tu tiempo para que charlemos un rato.
Hoy me gustaría compartir contigo mientras nos relajamos un poco en este hermoso y cómodo sofá amarillo.
¿Sabías que podemos cambiar el mundo? Sí, tú y yo. Nuestro esfuerzo por pequeño que parezca, puede provocar un cambio de proporciones incalculables, así como una sola piedra arrojada a un estanque, pone en movimiento toda su agua.
Por eso hoy quiero hablarte de la vocación y misión. La "vocación" es un don y como todo "DON" es un llamado de Dios a hacer algo determinado. ¿Sabes que todos los hombres estamos llamados a la Santidad, verdad? Que sean perfectos como el Padre es perfecto..." La vocación a la santidad no es un monopolio exclusivo de los sacerdotes o religiosos sino de todos los cristianos.
La vocación no es un privilegio de pocos. Es un derecho de todos. El mayor pecado es traicionar o vender la propia vocación, es lo mismo que traicionar a Dios. Es fracasar en la misión que Él te confió.
Por ello, pregúntate: ¿Tengo vocación para ayudar a quienes me necesitan? ¿Es eso lo que el Señor quiere de mí? ¿Estoy dispuesta e entregar parte de mi tiempo en darme a los demás?
Si tu respuesta es afirmativa, ¡te esperamos!. Únetenos y sentirás que ser feliz es responder a la llamada de Dios. Pregúntale al Señor si tu vocación está en ser Dama Salesiana.
Aquí te entrego esta pequeña oración por si crees puede ayudarte:
ORACIÓN
Señor, estoy hecha un lío; miro la vida y no encuentro donde encajar. Me preguntan qué voy a hacer…… y no tengo más respuesta que decir "no lo sé…" Me encuentro desorientada…. Sé que tengo que decidirme, buscar el camino que tú me has preparado, pero me cuesta y hasta tengo miedo. Señor, que pueda comprender con acierto, cuál es ese camino que me pides, y que sea capaz de recorrerlo con valentía. Háblame, Señor, que tu sierva escucha. [endif]